lunes, 18 de junio de 2007

De memorias digitales y analógicas


El aroma del café veracruzano inunda el aire y disfraza el olor a cigarro, de visitantes alegres.

Pendiente está el asunto aquel de la memoria plasmada en el papel y la pluma. Si he logrado hacerlos pensar en el problema, seguramente a estas alturas ya podrán proponer algunas ideas. Antes de continuar, permítaseme dar lo que parece un pequeño rodeo.

La escritura como la conocemos en eminéntemente fonética, es decir, los sonidos son importantes. Pero lo importante es que es "digital". ¿Què quiere decir digital en este contexto? Tal vez sea mejor empezar por definir la escritura analógica: imagine que para cada objeto, cada acción y cada propiedad se tiene un símbolo diferente. Tal vez el sìmbolo para casa sea "^" y el símbolo para carro sea "?". Ese tipo de escritura, que NO EXISTE, sería del tipo analógico. Lo màs parecido que hay es la escritura logográfica, algo así como lo que los chinos utilizan. El término ideográfico ya no se utiliza porque en realidad nunca (los escribas primitivos se dieron cuenta que este tipo de escritura nomàs sería imposible) existió. Tampoco los mayas tenían este tipo de escritura.

Entonces, la escritura digital surge ante la imposibilidad de tener un dibujito (símbolo) para cada cosa que uno pueda decir. El alfabeto es la "digitalización" de lo nombrable. El sìmbolo para casa se construye de los sìmbolos "c", "a", "s" y "a".

Parte del problema de la memoria y los recuerdos se relaciona con las características de la escritura digital que no posee la analógica. Piense en las diferencias entre estos tipos de escritura, además de la obvia. ¿Existen escrituras digitales que pudieran ser mejores que otras? En español una sílaba muy común es "de". ¿Què ocurriría si "de" fuera sustituida por un símbolo nuevo, tal vez "]"? Es decir, "dedo" ya no se escribiría asì, sino "]do". Esto sería un alfabeto silábico. ¿Tiene alguna ventaja este tipo de alfabeto sobre el alfabeto que usamos?

Regresemos brevemente, pues la inspiración me abandona, al asunto de la memoria. Para escribir grandes cantidades de direcciones en un papel reducido y con poca tinta, donde ademàs ambos elementos no son de fiar, ¿Propondría tal vez una forma de escritura (codificación) en la que un solo símbolo significara muchas cosas? Así como "de" podría resumirse en "]", tal vez "des" podría resumirse en "¡".
¿Qué es mejor? ¿Resumir o no resumir? En términos técnicos, ¿es mejor comprimir la información o no?

Por hoy, hasta acá.

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